Las ventosas o válvulas de aire desempeñan un papel esencial en la protección y el mantenimiento de las instalaciones de riego. Su función principal radica en prevenir la acumulación de masas de aire en el interior de las tuberías a presión, lo que podría generar problemas como la obstrucción del flujo de agua o la formación de golpes de ariete que podrían dañar la infraestructura.
Además de evitar la acumulación de aire, las ventosas también actúan como un pulmón durante situaciones de vaciado de las tuberías, permitiendo la entrada de aire y evitando así el aplastamiento de las tuberías debido a la presión negativa generada.
Es importante destacar que las ventosas deben ser instaladas siempre en posición vertical para asegurar su correcto funcionamiento. Se recomienda, además, la instalación de una válvula manual antes de cada ventosa, lo que facilita su desmontaje sin necesidad de detener por completo la instalación, simplificando así las labores de mantenimiento y reparación.
Un aspecto destacado de estas ventosas es la incorporación de un novedoso sistema que evita el cierre prematuro, lo que contribuye a prolongar su vida útil y a garantizar un rendimiento óptimo a lo largo del tiempo.
Estas válvulas son elementos indispensables en una amplia gama de conducciones de agua a presión. Su uso es común en instalaciones de riego agrícola y subterráneo, así como en aplicaciones industriales como tratamientos de agua, sistemas de ósmosis, bombeo, cámaras de ozono, entre otros. También se utilizan en conducciones de agua potable para garantizar un flujo continuo y sin problemas.
En cuanto a sus datos técnicos, estas ventosas tienen una presión nominal de 600 KPa (PN 6) y una presión de cierre que comienza desde los 35 KPa. Su conexión es de 1″ con rosca macho, y tienen un peso de 0,136 kg, lo que las hace fáciles de manejar e instalar en diversas aplicaciones.
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